Año uno / invierno uno / día uno / entrega uno

Los días parecen haber sido uno, es un avance, al menos ya sé que no es la noche la que te envejece, sino que el sueño. Soy el mismo de ayer, es el mismo día, de hecho te estoy escribiendo desde ayer, es raro, lo se, pero es. Ese amancer sin despertar, ese día sin llegar es raro, es similar auna grata náusea a un agradable sabor a nada, será que los sentidos están tan gastados que no son capaces de hacer su trabajo y las náuseas se vuelven gratas. Es un desmayarse contento, drogarse de realidad, no hay sustancias que te cansen, que al día siguiente tepasen la cuenta, eres sólo tú (yo) llevando al límite tus sentidos,drogándote con el mismo aire que segundos antes exalaste (y otros previos habias inhalado). Es gratis.

Caminaba no muy abrigado pero bien, una cara conocida (creo que la relación con pj harvey fue un lapsus, ya que la última vez que la vi fue previo a ella) me trajo de vuelta, no lo suficiente como para no haber vuelto antes de los 15 metros que aún quedaban para el metro. Elfrio nublaba, pero no de frio, el frio era (¿será aún me pregunto?), no "algo", sino existía. Claro, sólo gracias a esa disociación química producida por una noche corta (ni imaginas lo cortas que corren las horas contra el tiempo) frente a mi, inhalando-exalando-volviendo a inhalar, siempre el mismo aire, siempre el mismo yo. Ahí estaba, lo había encontrado, la única desgracia era tu no-idea (sin mi cama me fue imposible), no estaba mal, era gratis, sólido (de ahí no me sacaba nadie, era incapaz de reacción, de violencia, de acción, sólo iba - y ahora que lo pienso aún no podemos saber si en realidad venía - hacia ahí) seco, liviano, dócil.

Podía caer, hacia atrás, fuerte y lento, descuidar mis manos y el golpe daría placer, era lógico, era el tributo de la naturaleza ante mi compañia... toda una noche de compañia. El placer era, fuera de los sentidos (desfigurados como te dije). No tengo claro quien buscaba, pero continuaba, pocas irritaciones, leves, casi sin notarlas, no eran necesarias, eran una parte más del todo. Así, una a una pasaban y el efecto no. Más que sentir era ser, un ser que buscaba su orgasmo lento en el desencadenamiento lógico de cada instante (de ese tiempo que sólo lleva el reloj... es obvio que deben haber más), el que llevaba al fin del límite (porque estos sólo son los comienzos de los fines,de lo contrario no se podría estar en ellos)... el sueño que sólo el sueño (debido/prometido) acabaría. Fue, en eso creo...