domingo, octubre 15, 2006

Entre estar adentro o fuera

A veces me pregunto si no estaré viviendo en una torre de marfil en la que me encuentro sólo -quizás ni siquiera es que esté yo, como quien dice físicamente, sensiblemente, sino más bien mi conciencia-, y estoy ahí, con los libros (Luhmann, Bachelard, Lakatos, Khun, Latour, Bloor, Bourdieu, Habermas) y con las historias (Sábato y Bolaño), con mi conciencia, como decía, y con mi torre, de la que como sólo estoy con la conciencia es probable que sólo sea un reflejo más de otra sombra de conciencia.

El punto es que ahí no me desespero, el tiempo es mío, cada vez que leo es de noche, cada vez que tomo la guitarra son pasadas las 6, cada vez que me meto al pc es la misma rutina: clave para inicio de sesión, carga, clave para notificador de gmail, ventanita del notificador, la abro para que no me aparezcan los 40 mails que aún no leo (la mayoría enviados por mi en mi maniática costumbre de “respaldar” todo) de ahí al mail de la u sin cerrar correctamente la pag de gmail, entretanto abro el msn, veo el mail de la u, veo quien está en msn, cierro todo y vuelvo a lo que estaba antes del pc. Vuelvo a la torre de marfil. Si no son los libros, son las ideas, o la guitarra, o el pc, no voy más lejos, pareciera casi físicamente imposible hacerlo. El problema es que parece que si bien creo estar bien, la verdad es que no lo estoy tanto, porque de cuando en cuando me dicen que me vaya a dar una vuelta fuera de la torre aquella y todo se vuelve un desastre.

Salgo, y siempre, pero siempre, cierro con llave y vuelvo a abrir para ver si apagué el gas. Cierro nuevamente, y pongo play. Dirijo mis pasos por lo general en el mismo sentido, intentando siempre, seguir en la torre. Me dicen vamos, y yo suelo decir voy y todo se vuelve un desastre. Termino con caña, me dan ganas de dejar botada la torre, vomito, lloro, mastico, y me preguntan, nuevamente de cuando en cuando, sobre lo que he aprendido en la torre, sobre lo que hago en la torre. Yo también le pregunto cosas al resto, por lo general si no es sobre mi torre pareciera que es una pregunta sólo de cortesía sobre sus torres (si, creo que todos tenemos torres), y si el tema no versa sobre las torres me quedo sin tema rápidamente porque tengo poco tema fuera de la torre… he tenido últimamente poca vida fuera de la torre.

Los resultados pueden ser dos: vuelvo corriendo a la torre y sigo en lo que estaba; o me pierdo en el camino como resultado, SIEMPRE, de la interacción entre el desfase entre torre y vida, o mundo de la vida tal vez. La primera opción es clara, reproducción de lo ya descrito. La segunda suele flirtear con lo patético, en los peores casos termino rogando a algo o alguien para volver a la torre y no volver a salir. Y así sucesivamente. No quiero estar en la torre, pero no se como estar afuera, y cuando estoy afuera lo único que quiero es volver corriendo… y empezamos nuevamente.

Mucho rato adentro me quiero arrancar, mucho rato afuera y me dan ganas de quedarme pero me doy cuenta que no tengo la más puta idea de cómo hacerlo… Salvo reírme, o intentar hablar de la torre, pero con eso no alcanza, parece que nunca alcanza… (Escuchen la canción recomendada, puede ser más claro. Sólo haga un clic sobre ella). (También se reciben consejos).

Beck – Lonesome Tears