sábado, abril 29, 2006

Nos tenemos que morir

Antenoche mi madre llegó rara a casa. Irritada, claramente. No se demoró demasiado en pasarme un fax en el cual venía un examen de mi abuela, su madre. Nodos el el pulmón, si no me equivoco decía. No lo tuve que pensar demasiado, simplemente sospechar y entender. Cáncer (aún faltan exámenes pero al parecer sería eso).

Esa palabra es mounstrosa, no lo sería tanto si el español no se empecinara en tildar algunas palabras, pero esa rayita sobre la "a" de cáncer lo dice todo, lo magnifica hasta su punto exacto. Hace que a mi mamá le pese tanto como su irritabilidad cuando no suele serlo.

Debo reconocer que no me dio pena, sino lata. Lata porque comprendí inmediatamente que esto sería complicado, que habrían lágrimas, desesperaciones, pena, luto y todas esas cosas. Y más lata aún porque personalmente no me da pena que muera, sin duda lamento las muertes, las lloro si es necesario (aunque esa necesidad se me hace evidente de forma inconsciente), sin embargo creo que al día siguiente el mundo continua, y nada ha cambiado demasiado.

De mi abuelo no se que será, es demasiado grande como para que alguien tenga la paciencia de mi abuela en su cuidado, demasaido orgulloso para irse a vivir con alguna de las hijas, lo suficientemente lúcido como para hacer lo que creo que hará... El problema es que creo que sólo yo lo podría entender (moral pos-convencional tal vez), para el resto será la culminiación de la tragedia...

Quizás me estoy adelantando demasiado, quizás los nodos no son tan graves como parecen...

El fondo es otro, creo que la gente no sabe enfrentar la muerte, y lo peor, es que todo es culpa de ese inmenso ego que desarrolló el ser humano, ese ego que lo hace pensar que es demasiado grande como para perderse, y no somos más que una minúscula partícula con una minúscula existencia en el verdadero tiempo.

Pienso en mi muerte y no me asusta, ya sea ahora o en 20 años más (espero no se alarge más allá de eso). Si fuera ahora tengo una perfecta noción de quienes irían, a quienes le importaría y a quienes no. Para quienes sería un compromiso social y para quienes sería un compromiso conmigo; que vacios dejaría y a quienes haría feliz. Sin embargo, nada de eso interesa, no sería más que una minúscula comunicación irritada por algunos sistemas (de los sistemas psíquicos no me hago cargo).

Entonces, les pido a quienes lean, para que lo tengan siempre presente: Si quedo postrado, vegetal o algo por el estilo que no me permita hacer exactamente cada una de las cosas que hago hoy en día, deben ver Mar Adentro y actuar. No quiero a ningún sacerdote hablandoles de dios conmigo al medio, sin embargo estoy seguro que más de alguno habrá. Tampoco quiero estar dentro de alguna iglesia. Quiero ser quemado, sobre el destino de mis cenizas la persona indicada sabrá que hacer. Debe haber música, de la buena y algunas canciones en particular:

Mono - Life in mono
The Smiths - Last nigth i dreamt that somebody love me
Radiohead - Karma police
Pj Harvey - Big Exit
La buena vida - que nos va a pasar
Radiohead - The bends
New Order - Bizarre Love Triangle
Fun People - Hunt
Smashing Pumpkins - Bodies
Samshing Pumpkins - Ava Adore
Sigur Ros - Track 1
Pulp - I Spy
La Casa Azul - Galletas
Etc.

Me parece adecuado, siempre, hacer este tipo de advertencias, porque como digo, me complica el inmenso ego que desarrolló el ser humano, y me asusta que cuando me vea limitado de comunicar, ese ego me agarre y haga lo que quiera conmigo, y a mi no me quede más que la negación interna.

Hoy no hay canción.

3 Comments:

Blogger RgDoll said...

No puedo hacer comentarios; simplemente me dolió el estómago.
Estoy de acuerdo; no sé enfrentarme a la muerte, pero antes de ello me pregunto; ¿hay que enfrentarla? Voy al hecho de que eso ni siquiera se hace conciente; a lo que te enfrentas en realidad es a la pena, a los vacíos, a la soledad. No me importa tu muerte; me importa la pena, el vacío y la soledad que implicaría, tanto, que ni siquiera me ocuparía de la música y los detalles, porque estaría sumergida en mi pena, en mis vacíos, en mi soledad.
Sólo importas en tanto tú mientras estás aquí, conmigo; cuando no estás no eres tú lo que importa, sino tu falta, la falta que haces.
Por eso la melancolía es tan parecida al duelo; por eso vivimos duelos cada vez que perdemos a alguien; la muerte es sólo una forma más, una variante más dentro de las posibilidades de perder gente, de perder a alguien, de quedarse con pena, vacío, solo.

Te amo y no quiero pensar en esa pérdida.

2:39 p. m.

 
Blogger citizen_insane said...

Dejar de "ser" en "vida" es peor que dejar de funcionar biológicamente. Yo pongo el vaso y la guitarra.

Hasta las vacaciones con nuevos ánimos. Un abrazo.

2:41 p. m.

 
Blogger José Nova said...

Más que el ansia de inmortalidad, creo que ese ego del que hablas es mayoritariamente provocado por el egoísmo de quienes rodearon de una u otra forma en vida al muerto. Ese querer que estén siempre con nosotros, que nunca nos dejen... es puro egoísmo. Porque el ser humano es demasiado egoísta y dependiente para ser capaz de vivir solo.

Mejor dejarlos partir en paz.

Saludos.

10:44 p. m.

 

Publicar un comentario

<< Home