domingo, octubre 29, 2006

Eso de hacer canciones... como esas!!

Creo que para mi el problema de la música es que no puede tener notas al pie. Esto significa que cada vez que intento que otro vivencie mi acción me da lata. Qué quiero decir con esto. Mi canción perfecta hecha por mi, estaría en mi capacidad de juntar todo lo que me gusta en una sola, en la definitiva: Las guitarras de Radiohead, la literalidad de un Jarvis Cocker o el nuevo (para mi) e increíble Nacho Vegas, el oído pop de no se cuantos, los instrumentos exactos y jugar con las frases justas en los momentos justos, frases que siempre tengo la idea que ya fueron escritas por alguien. En fin. Cuando pueda hacerlas bien lo sabrán. Javier me decía el otro día que hay batería, y me tienta demasiado la idea, pero requiere nuevamente de empezar a gastarme todo en pedales y demases. Ahora bien, ya sé que es lo que quiero: superultramegadelay (DD-20 probablemente); mi phaser electroharmonix ruso! (es tan rústico como la MIR), pero con modificación true by pass cosa que me deje de chupar sonido como borracho; mi tubescreamer “custom for me” (el de la foto es exactamente el mio) para los crunchs piolas y para boostear (eso significa aumentar el tono de la distorsión, por lo general se consigue mezclando dos distorsiones, o en este caso un overdrive con una distorsión); y por último el objeto del boosteo, un shredmaster, la maldad misma, pero reencausándolo en la buena música. En una de esas al final podría ser un whammy IV, sólo pa tocar just tal cual, jaja. Ahora tengo: el pahser y el tubescreamer… ¿Sabe cuanto me falta? El dd-20 nunca bajo los 120mil, el shredmaster nunca bajo los 40 mil, whammy IV nunca bajo los 120 también. A eso hay que sumarle un ampli decente, ojalá un fender stage 112 se (220 aproximadamente en las mejores ofertas y no en los mejores estados, de ahí pa arriba). Yo feliz con esos transistores.

El resultado es: no tengo la capacidad de hacer buenas canciones, no tengo el dinero para hacer buenos covers (aunque al final en términos de ejecución estábamos bastante bien)… creo que sencillamente debería ver que puedo hacer con lo que tengo. Con lo que me gusta, preguntarle al Javier si prende, y darle. Es hora de un rumbo propio. Pop Army!!

Algunas muestras de lo mejor de España el 2005, por Rockdelux, pero pasado por el cedazo de mis gustos. Disfrútenlas. Saludos. (sospecho que por acá va la cosa/o quizás va por que me da verguenza).

El Chico con la Espina en el Costado – No Te Puedo Hacer Feliz
(Simple y al asunto de una)

Garzón – Frontón
(Ojo con la electroacústica, después de eso para qué más guitarra eléctrica. Sobretodo ojo con el ritmo del rasgeo!)

Nacho Vegas – El Hombre Que Casi Conoció a Michi Panero
Sencillamente un maestro, pueden creer que son 4 acordes!!, ojo con dos versos:

Fracasé una vez, fracasé diez mil
Y aún así alzo mi copa hacia el cielo
En un brindis por el hombre de hoy
Y por lo bien que habita el mundo


Si es irónico medítelo en su conciencia. Y la otra

¿No veis que yo le rezo a un dios que me prometió
que cuando esto acabe no habrá nada más?


Hágala de sus favoritas.

domingo, octubre 15, 2006

Entre estar adentro o fuera

A veces me pregunto si no estaré viviendo en una torre de marfil en la que me encuentro sólo -quizás ni siquiera es que esté yo, como quien dice físicamente, sensiblemente, sino más bien mi conciencia-, y estoy ahí, con los libros (Luhmann, Bachelard, Lakatos, Khun, Latour, Bloor, Bourdieu, Habermas) y con las historias (Sábato y Bolaño), con mi conciencia, como decía, y con mi torre, de la que como sólo estoy con la conciencia es probable que sólo sea un reflejo más de otra sombra de conciencia.

El punto es que ahí no me desespero, el tiempo es mío, cada vez que leo es de noche, cada vez que tomo la guitarra son pasadas las 6, cada vez que me meto al pc es la misma rutina: clave para inicio de sesión, carga, clave para notificador de gmail, ventanita del notificador, la abro para que no me aparezcan los 40 mails que aún no leo (la mayoría enviados por mi en mi maniática costumbre de “respaldar” todo) de ahí al mail de la u sin cerrar correctamente la pag de gmail, entretanto abro el msn, veo el mail de la u, veo quien está en msn, cierro todo y vuelvo a lo que estaba antes del pc. Vuelvo a la torre de marfil. Si no son los libros, son las ideas, o la guitarra, o el pc, no voy más lejos, pareciera casi físicamente imposible hacerlo. El problema es que parece que si bien creo estar bien, la verdad es que no lo estoy tanto, porque de cuando en cuando me dicen que me vaya a dar una vuelta fuera de la torre aquella y todo se vuelve un desastre.

Salgo, y siempre, pero siempre, cierro con llave y vuelvo a abrir para ver si apagué el gas. Cierro nuevamente, y pongo play. Dirijo mis pasos por lo general en el mismo sentido, intentando siempre, seguir en la torre. Me dicen vamos, y yo suelo decir voy y todo se vuelve un desastre. Termino con caña, me dan ganas de dejar botada la torre, vomito, lloro, mastico, y me preguntan, nuevamente de cuando en cuando, sobre lo que he aprendido en la torre, sobre lo que hago en la torre. Yo también le pregunto cosas al resto, por lo general si no es sobre mi torre pareciera que es una pregunta sólo de cortesía sobre sus torres (si, creo que todos tenemos torres), y si el tema no versa sobre las torres me quedo sin tema rápidamente porque tengo poco tema fuera de la torre… he tenido últimamente poca vida fuera de la torre.

Los resultados pueden ser dos: vuelvo corriendo a la torre y sigo en lo que estaba; o me pierdo en el camino como resultado, SIEMPRE, de la interacción entre el desfase entre torre y vida, o mundo de la vida tal vez. La primera opción es clara, reproducción de lo ya descrito. La segunda suele flirtear con lo patético, en los peores casos termino rogando a algo o alguien para volver a la torre y no volver a salir. Y así sucesivamente. No quiero estar en la torre, pero no se como estar afuera, y cuando estoy afuera lo único que quiero es volver corriendo… y empezamos nuevamente.

Mucho rato adentro me quiero arrancar, mucho rato afuera y me dan ganas de quedarme pero me doy cuenta que no tengo la más puta idea de cómo hacerlo… Salvo reírme, o intentar hablar de la torre, pero con eso no alcanza, parece que nunca alcanza… (Escuchen la canción recomendada, puede ser más claro. Sólo haga un clic sobre ella). (También se reciben consejos).

Beck – Lonesome Tears

domingo, octubre 01, 2006

Sobre los traspasos y las traducciones

Hoy he estado leyendo y dándole vueltas a una serie de ideas. Particularmente en torno a los requerimientos necesarios para ver las cosas más allá de como se suelen ver. Pensaba en la tesis, donde me enviaron a leer todo lo que yo pensaba que no tendría que leer jamás. Al mismo tiempo, me detuve –para ser más sincero debería decir que me vi obligado- en un texto de un francés, Bruno Latour, el cual dentro de un intrincado lenguaje (podría parecer irónico después de lo del lunes pasado), intenta mostrar el traspaso de ideas y mensajes (procesos comunicativos en torno a “espacios de dominación”). Traducción de declaraciones las llama él. A través de ellas la unión entre tecnologías y ¿subjetividades? Me vine al pc después de terminar, y llegué, dando vueltas por ahí a este blog. De ocioso se me ocurrió ir a ver el primer mensaje que escribí y me pareció que tenía muchísimo que ver con lo que había estado leyendo. Decía así:

Cuando uno comprende eso de intoxicarse con la locura y enamorarse de la tristeza, es porque simplemente lo consiguió traducir, las llevó a un momento previo a que las cosas fueran, porque son en su idioma, entonces uno las construyó nuevamente, pero no son lo mismo que fueron, nunca lo serán... si esto es así para qué cantan, para qué entendemos.
Es más fácil sonar y dejar sonando... porque ahí son sin que uno tenga que dejar de ser para que sean... filo, ni yo lo tengo tan claro.

“Intoxicated with the madness, I’m in love with my sadness”. A eso hacía referencia cuando escribí la frase, a la tortuosa observación de Billy Corgan en Zero. Ahora me doy cuenta de una pregunta complementaria. En la que había escrito pensaba en la reconstrucción propia de los mensajes comunicados y seleccionados como tales. Puedo incluir ahora, después de Latour, el cómo influye en ello la fuerza de las guitarras del señor Corgan, o su delineador de ojos, o la clásica camiseta negra con el ZERO en el pecho y el SP encerrado en un corazón por detrás… Creo que por ahí se amplía la visión. La pregunta es ahora ¿cómo lo retraduzco… o debería ser re-retraduzco?

The Smiths – Bigmouth Strikes Again